Migrantes enfermos, falta de medicamentos o insumos son el diario vivir en el pueblo de Jaqué, Darién mientras que la Iglesia católica solicita apoyo de las autoridades.
La difícil situación que se vive en el pueblo de Jaqué se agudiza aún más con la presencia de migrantes que vienen enfermos o se enferman allí mismo tras la picadura de mosquitos que le producen enfermedades como dengue y malaria.
El Padre Gustavo Rivas, sacerdote de la comunidad de Jaqué dijo que en la Provincia existe un serio problema de comunicación, por lo que solicitó el apoyo a las autoridades gubernamentales para que envían medicamentos y se cuente con las líneas necesarias para poder comunicarse desde esta zona tan apartada.
Por su parte, Elías Andrés Cornejo, coordinador de atención y promoción del migrante por parte de Fe y Alegría, también comentó al respecto.