Regenerar el tejido social empiezacon proteger a la mujer y la niña
En este Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer hemos de ser autocríticos ante la pérdida de la vida de mujeres producto de la violencia y el incremento de los abusos a las mismas en este tiempo de pandemia. Estas son alertas que nos evidencian que estamos lejos de erradicar este mal que cada vez más debilita nuestro tejido social.
La violencia contra las mujeres es una profunda herida para toda la sociedad, que no se puede tratar con remedios momentáneos, sino con medidas que logren resultados concretos con la aplicación de las leyes, las políticas y los programas adecuados para su protección y desarrollo digno.
El Papa Francisco durante la celebración en la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, del 1 de enero del 2020. señaló que las mujeres “son continuamente ofendidas, golpeadas, violadas, inducidas a prostituirse y a eliminar la vida que llevan en el vientre. Toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios, nacido de una mujer”.
Sin la mujer es imposible lograr el desarrollo de un país ni la acción pastoral de la Iglesia, sin su liderazgo quedamos anulados. Por tanto es responsabilidad de todos, lograr proteger su dignidad y su desarrollo en todas las áreas de la vida humana como son la política, la economía, la cultura, la familia, por mencionar algunas.
Hoy debe ser el día en que nos comprometemos a ser guardianes de la mujer y de la niña, para que se apliquen las leyes que garantizan sus derechos humanos y su protección; para que su genio femenino siga irradiando y guiando el caminar de la humanidad y de nuestro Panamá.
Panamá, 25 de noviembre de 2021.