Con ocasión de la Feria Nacional de Artesanías, espacio donde se reúnen creadores y amantes del arte para compartir, comprar y admirar piezas únicas y tradicionales, Monseñor Ulloa destacó lo que San Juan Pablo II señalaba: “que, si el artista es capaz de vislumbrar en las múltiples manifestaciones de lo bello, un rayo de la belleza suprema, entonces, el arte se convierte en un camino hacia Dios”.
Por tanto, prosigue Monseñor Ulloa, “la misión de los artesanos es transmitir los dones artísticos a los niños, jóvenes y ancianos para que todo lo que hacen y saben, pueda seguir alimentando el alma y fortaleciendo la identidad étnica y cultural”.
Finalmente, el arzobispo de Panamá les ungió las manos a cientos de artesanos con óleo, recordándoles que “en cada artesanía hay una huella de nuestras generaciones”.