Por Jéssica Maia – Signis Brasil Joven
Creada en 1986 por el papa San Juan Pablo II, la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es el mayor encuentro de jóvenes católicos del mundo, diversas culturas, carismas y expresiones de la Iglesia con el objetivo principal de celebrar la fe y la unidad en Jesucristo. Es una referencia en la vida de aquellos que viven este momento. Como acostumbra a decir el papa Francisco, “Dios es joven” y la Iglesia también lo es y posee una fuerza inigualable.
Cada vez más la juventud es invitada a asumir un protagonismo no solo en la Iglesia sino también en la sociedad, lo que pone de manifiesto que los jóvenes no solamente son el futuro sino el presente. Ellos son llamados a asumir y realizar transformaciones en el mundo hoy y ahora. Existe una Iglesia viva y joven que desea la santidad, hacer la voluntad de Dios y no existe mejor ocasión para ver estos deseos expresados de manera tan concreta como en la Jornada Mundial de la Juventud.
La próxima edición será realizada en Panamá, del 22 al 27 de enero, bajo el tema “¡He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra!” (Lc 1,38). Faltando apenas cuatro meses para el evento, los trabajos y actividades realizadas por jóvenes brasileños con el objetivo de recaudar fondos para participar en la JMJ siguen a todo vapor, adquiriendo un ritmo más intenso en esta fase final.
¡La JMJ es sobre todo una experiencia de fe! Es necesario creer y confiar en la Providencia Divina para enfrentar los desafíos que este encuentro implica, siendo el primero de ellos la realidad financiera. Después de todo, muchos de los que participan en la Jornada son jóvenes entre 15 y 29 años y según datos del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA), divulgados en septiembre del año pasado, los jóvenes son los más afectados con la crisis de desempleo que actualmente afecta a más de 13 millones de brasileños. ¿Y cuál es el arma de combate de los jóvenes brasileños ante la dificultad financiera? ¡La oración! Todo inicia y se transforma a partir de la oración.
Preparación espiritual
No es difícil encontrar en las parroquias, diócesis y comunidades, a grupos de jóvenes que se reúnen para rezar por la JMJ, pidiendo el auxilio de la Divina Providencia para estar en este gran encuentro. Fue así también como comenzaron los trabajos en la misión de Santo André de la Comunidad Católica Shalom.
Curiosamente, el grupo está conformado solo por mujeres y desde mediados del año se reúnen regularmente para rezar, no solamente por ellas, sino también por todos los jóvenes que estarán en Panamá.
El hecho de que la JMJ tenga como punto de reflexión un tema mariano contribuyó también para que ellas sintieran la presencia y el cuidado materno de la Virgen María. “En una de nuestras oraciones sentimos muy fuerte la presencia e intercesión de María que nos inspiró a rezar el rosario de la Divina Providencia todos los días hasta la Jornada”, afirma Ariane Matos, una de las jóvenes que componen el grupo de la misión de Santo André, de la Comunidad Católica Shalom.
La joven Ariane, que va a participar por primera vez en una JMJ, resalta también que la oración fue la clave para todas las acciones desarrolladas por el grupo en favor de la participación de las jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud. “Nosotras priorizamos la oración en la Comunidad, no hacemos nada sin antes rezar. Por eso antes de iniciar cualquier trabajo damos prioridad a los momentos de oración y escucha de la voluntad de Dios”.
Daiane Carvalho revela que aún hoy recuerda claramente su encuentro con el papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud en el 2013, en Río de Janeiro. “Permanecer cerca del papa fue lo más importante para mí. No he podido olvidar lo que sentí cuando lo vi, sus palabras motivadoras a los jóvenes y su semblante.”
La experiencia de oración también fue impactante para la joven, “ver a miles de personas allí en oración es muy emocionante y hasta en los momentos de esparcimiento es una sensación inexplicable, pues el ambiente es muy bueno. Se siente una paz y comunión sin igual”, recordó.
“¡Yo quiero ver a Cristo en esta tierra! Compartir la misma fe con mis hermanos”, esta es la expectativa de la joven Carine Paula Alves, de 26 años. Recién llegada a la misión Shalom de Santo André, a poco tiempo se dejó contagiar por el clima de preparación para la JMJ y se fue involucrando en la organización local.
Carine nunca ha estado en una Jornada Mundial de la Juventud y a pesar de poder explicar el porqué de eso, ella tiene la certeza en su corazón que lo que la motiva a participar del evento en esta ocasión es “la voluntad de ir y sentir que el cielo puede ser anticipado aquí en la tierra. Viendo al papa sé que veré al mismo Jesús”, añadió.
El domingo, 30 de septiembre, el grupo realizará su primer gran evento en favor de la Jornada, una tarde de churrasco con pagode. Más que un evento para recaudar fondos, las organizadoras esperan que este sea un momento de encuentro con otros jóvenes que viven la misma espera y desean estar en Panamá el próximo año, compartiendo desde ya sus experiencias.
El lugar del evento será el Centro de Evangelización de la Comunidad Católica Shalom en Santo André que queda en la calle Dom João VI,102, Casa Branca. Para mayor información puede visitar las redes sociales de la misión, Facebook e Instagram @ShalomSantoAndré