Con suma esperanza se deben asumir la nueva misión encomendada a los sacerdotes que han sido enviados a otras parroquias a realizar su misión pastoral como párrocos, teniendo en cuenta que esto permite el conocimiento y la renovación de los carismas que tienen las comunidades como los propios presbíteros, afirmó monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá.
Recalcó monseñor Ulloa que “la vocación de cristiano y, en consecuencia, del sacerdote es la misión, el de ser enviados a donde se requiera; por ello ante estos cambios no hablamos de traslado sino de envío de los sacerdotes a nuevas misiones a se les ha asignado”.
Una novedad que ha surgido con la organización de las nuevas misiones, es la creación de “las unidades pastorales”, que son un equipo de parroquias que están llamadas a la comunión y la misión; y como una respuesta en clave de conversión pastoral y comunión eclesial, explicó monseñor Ulloa.
Estas unidades pastorales buscan una forma de colaboración orgánica y mutua, así como la acción común entre parroquias limítrofes, dijo.
Monseñor Ulloa finalmente agradece la disponibilidad de los sacerdotes en este nuevo envío misionero, y también exhorta a las comunidades parroquiales a donde han sido asignados a que los acojan con alegría y fraternidad; y a las comunidades de donde han salido los párrocos una especial gratitud por los años en que compartieron con el sacerdote.