Hemos sido testigos del caminar de nuestro pueblo, en las calles de las ciudades, en los campos, incluso navegando en las costas del país, la inmensa mayoría expresando su preocupación y rechazo a un contrato minero que “vulnera los derechos de la tierra y de los que vivimos en esta Casa Común”, nuestra querida Panamá.
Sentimos gran esperanza ante el papel activo de las comunidades, los jóvenes, las mujeres, los trabajadores, campesinos, pescadores, pueblos indígenas, productores y profesionales que han defendido y defienden la vida -incluso hasta la entrega de la misma- ante el avance del modelo extractivista de la minería que afecta gravemente a nuestro país.
Luego del fallo emitido por la Corte Suprema de Justicia sobre la Ley del contrato minero, exhortamos a las autoridades para que informen oportuna y debidamente sobre el proceso que se desarrollará, a partir de este momento con relación a la minería y sus consecuencias en la vida de las comunidades y de sus territorios.
La ciudadanía no solo tiene el derecho de ser informada de una manera clara, sencilla y transparente; también debe tener una amplia participación en el proceso de negociación del cierre de las minas, libre de toda presión económica o política.
Es de vital importancia incorporar no solo a especialistas ambientales y otros especialistas, sino también a algunos líderes de los grupos que han manifestado públicamente su desacuerdo con la explotación minera en nuestro país. De esa manera se reafirma la voluntad de buscar el bienestar de todos, y garantizar la convivencia social pacífica.
Ratificamos nuestro compromiso de seguir acompañando a estos movimientos de diferentes formas; trabajando por una conciencia de ecología integral en todas nuestras parroquias. Expresar, como lo hemos hecho en distintas declaraciones, nuestra opinión, nuestra palabra de aliento, nuestras orientaciones en medio de estos problemas; de igual manera continuar asistiendo a las hermanas y hermanos afectados por los peligros de contaminación de la minería en las comunidades.
Panamá necesita un desarrollo humano con perspectiva de una ecología integral, donde la persona esté en el centro. Ahora más que nunca necesitamos de una escucha y apertura generosa para alcanzar la justicia social y construir juntos un país para todos y con todos.
Panamá, 28 de noviembre de 2023.