“Busquen un mismo sentir, y el Dios de la paz estará con ustedes” (2 Co 13, 11). Con este parágrafo comienza el comunicado de los obispos guatemalteco, que contiene seis puntos importantes, publicado por la secretaría de comunicación social de la Conferencia Episcopal de esta nación y que se emitió el 9 de octubre ante la situación de urgencia que vive el país.
Teniendo en cuenta que Guatemala vive desde hace una semana un paro general que alcanzó niveles nacionales, los obispos piden la renuncia de la Fiscal General, Consuelo Porras, y la de sus colaboradores.
Monseñor Rodolfo Valenzuela, presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala expresa lo escrito y piden al pueblo de Guatemala, a los líderes sociales y a los que tienen influencia en la vida social, que utilicen los medios legales que la misma Constitución ofrece para expresar el descontento y la insatisfacción, sin recurrir a la violencia ni a ejercer ningún tipo de presión que coarte la libertad que cada ciudadano guatemalteco tiene.
Por último, ante una situación tan difícil, los obispos invocan la intercesión de la Virgen de Nuestra Señora del Rosario, Madre del Señor, por la paz y la justicia en su país.