Cada semana llegan más personas con casos de ludopatía al Centro de Atención Integral San Juan Pablo II, panameños y extranjeros que sufren las consecuencias de lo que comenzó como un simple juego de azar o una apuesta. Ahora debido a este deseo irreprimible de jugar viven un infierno traducido en violencia doméstica, quiebra económica, delincuencia y hasta prostitución.
Ariel López, director del Centro, señala que en este lugar no solo atiende adicciones químicas, sino adicciones conductuales que destruyen igual que las drogas. “Hemos conformado un equipo de terapeutas profesionales con experiencia y terapeutas vivenciales, ludópatas en proceso de recuperación, que de manera voluntaria ayudan a las víctimas a dar el primer paso para su rehabilitación” afirmó.
En Panamá no se cuenta con variadas opciones para atender esta necesidad, existe una indiferencia total con las víctimas que padecen las terribles consecuencias de esta enfermedad. Importa más que se instalen nuevos casi-nos, incluso hasta en lugares con población de bajos recursos que comprometen el poco dinero que tienen con la esperanza de obtener dinero fácil.
López informa que a partir de lunes 20 de agosto, se atenderán de manera gratuita a partir de las 7:00 de la noche a quienes estén padeciendo de esta adicción o a quienes sientan la necesidad de ser ayudados con algún familiar. “Hay que buscar la forma de romper esa cadena que se inicia con las apuestas, luego sigue con la ruina económica, familiar y has-ta llegar al suicidio” asegura Ariel.
¡Atentos, con ludópatas On line!
Hoy en día el perfil del ludópata ha variado, a los expertos les llama la atención el cambio de perfil de los adictos al juego. Son gente joven, se dejan ver hasta menores de edad. No en las tradicionales maquinitas de los casinos, si no apostando por internet. Algunos dejan de ir a clase, sufren ansiedad y hasta discuten con sus padres.
Otros llegan a creer que podrían vivir de esto y son capaces de dejar definitivamente los estudios. Ciertamente las nuevas tecnologías están al alcance de casi todos y permiten jugar sin ser vistos, de forma anónima incluso, pueden pagar con cualquier tarjeta de crédito.
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