HOMILIA DEL IV DOMINGO DE PASCUA
DOMINGO DEL BUEN PASTOR

Raul VenceNoticias

Encomendamos el alma de Eduardo Taylor, uno de los mejores Directores de Cámara
que colaboró tanto en MEDCOM como en SERTV, y que especialmente realizó este
servicio con mucha entrega en la dirección de cámara de la Misa Dominical.
Recordamos a TVN Canal 2, que el pasado 23 de abril cumplió 59 años de estar al aire y
que por 57 años junto a MEDCOM, SERTV, NEXTV y FETV han trasmitido de forma
ininterrumpida la misa dominical.
Este cuarto domingo de Pascua es llamado domingo del Buen Pastor por eso se celebra
la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de Vocaciones Nativas
con el lema ‘¿Para quién soy yo?’.
Es una pregunta que el Papa Francisco invita a todo joven a hacerse, porque el cristiano
está llamado a ser “para Alguien”, para Aquel que es capaz de llenar su corazón y su
vida, es decir, para Dios”.
La convicción profunda que anima a toda la Iglesia es que el Señor sigue llamando y es
necesario crear una cultura vocacional que ayude a todos los cristianos a descubrir su
vocación particular. En realidad, Dios llama a todo hombre y a toda mujer, no sólo a los
creyentes. Los llama a la vida para que realicen el proyecto personal de Dios sobre
ellos. La vida no está regida por el azar y la casualidad, sino que está acompañada
siempre por la llamada de Dios y la invitación a responderle.
Tratamos, en efecto, de vivir el amor de Dios que ha hecho de nosotros sus hijos y, por
tanto, hermanos entre sí. Es esta realidad la que verdaderamente alimenta la vida de
los creyentes. Es esa corriente de amor que viene del Padre, a través del Hijo, la que
anima la vida de la comunidad cristiana (1 Jn 3,1-2). Jesús, Buen Pastor, da la vida por
nosotros y vivimos de su propia vida. Sólo en Él podemos encontrar la salvación (Hech
4,8-12). Él nos nutre con su palabra, con su cuerpo y su sangre.
El Papa invita a fijarnos en Jesús, en cómo Él escuchó la llamada, la discernió y la vivió.
Hoy día nos resulta mucho más difícil escuchar la llamada de Dios a causa del tipo de
vida que llevamos. La mayoría de las personas no tienen nada contra Dios, pero
tampoco tienen tiempo para ocuparse de Él. Dios no aparece en su pantalla porque ya

está saturada de programas y cosas que nos parecen más interesantes. Es necesario
que seamos capaces de hacer silencio en nuestras vidas para escuchar otro tipo de
mensajes distintos a los ensordecedores que acaparan nuestra atención.
Jesús percibió la llamada de Dios a dar su vida a favor de su pueblo. Jesús descubrió su
vocación de Buen Pastor (Jn 10,11-18). Dios nos llama a ayudar a los demás, a vivir con
intensidad la fe cristiana. Nos llama a hacer presente la vida de Jesús. Es una prueba de
su amor, que exige una respuesta generosa por parte del que ha sido llamado. Como
Jesús, todos estamos llamados a dar la vida por los demás.
El Señor nos sigue llamando a vivir con Él y a seguirlo en una relación de especial
cercanía, directamente a su servicio. Tan sólo desde la experiencia personal profunda
del Señor resucitado es posible vivir nuestra misión. Pidamos en esta Eucaristía que el
Señor siga ayudando a cada cristiano a descubrir y vivir la misión que le ha sido
asignada por Dios.
Cualidades del Buen Pastor
El Evangelio de san Juan nos ha presentado a Jesús como el Buen Pastor. Jesús mismo
nos ha dicho cuáles deben ser las cualidades del Buen Pastor.
La primera cualidad del Buen Pastor es que conoce a sus ovejas y es conocido por ellas.
Él nos conoce a todos, uno por uno. Para Él no somos una sociedad anónima: Él respeta
nuestra personalidad y nos ofrece a cada uno cercanía y salvación. La segunda cualidad
es que las alimenta y las defiende de los peligros, el verdadero pastor está dispuesto a
dar su vida por las ovejas. Él ha dado su vida por nosotros. La tercera cualidad es que
quiere reunir a todas las ovejas, hasta que haya un solo rebaño, una sola comunidad. Él
quiere que todos formemos una comunidad unida, unida por Él, nuestro Pastor y
Hermano, que además se nos da en alimento a todos, en la Eucaristía.
Pero saquemos consecuencias para nuestra vida de esta imagen del Buen Pastor.
Porque todos, de alguna manera, somos “pastores” en esta vida y deberíamos actuar
con esas mismas cualidades que nos ha descrito Jesús.
Unos hemos recibido, por el sacramento del Orden, el ministerio llamado precisamente
“pastoral”, para bien de la comunidad. Somos los que con mayor humildad debemos
ser espejo hoy ante este cuadro de Jesús Buen Pastor, ya que Él mismo, como a Pedro,
nos ha encargado: “Apacienta mis ovejas”.
Pero es que todos participamos en algún grado del encargo de cuidar y de animar a los
demás: los padres, los maestros y educadores, los catequistas, los misioneros, los que

por una misión especial o voluntariamente prestan atención a los ancianos o a los niños
o a los enfermos…
Por eso todos deberíamos preguntarnos hoy, admirando el ejemplo de Jesús: ¿Nos
esforzamos, como Él, por conocer a los que conviven con nosotros? ¿Estamos cercanos
a ellos y nos interesamos por ellos? ¿Estamos dispuestos a sacrificarnos por los demás
(hijos, alumnos, compañeros de trabajo, miembros de la comunidad), sobre todo en los
momentos difíciles, buscando su bien y no nuestro interés? ¿Servimos a nuestros
hermanos o nos aprovechamos de ellos? ¿Tenemos un corazón amplio, misionero,
abierto también a los menos agradables y a los más alejados? ¿Tenemos un corazón
dispuesto siempre a unir y no a juzgar y condenar?
Ser buenos pastores no le toca solo al Papa o a los obispos y sacerdotes, sino a todos
nosotros, que debemos imitar la actitud comprensiva y servicial de Jesús.
Todos los que pertenecemos al rebaño de Jesús, todos los cristianos, por nuestra
entrega a los demás, estamos llamados a ser pastores. Todos en la Iglesia, y no solo los
curas y obispos, deberíamos ser expertos en cuidar a los que tengamos alrededor, el
pequeño o gran rebaño que Dios nos confió. Cargar unos con otros, salir a buscarnos
cuando nos perdamos, hacer del mundo un hogar donde nos respetemos, nos
cuidemos y trabajemos por el Bien Común.
Que no nos convirtamos en lobos que insultan a los que piensan diferente, lobos que
manipulan la verdad por sus intereses y sus votos, lobos que manejan a la gente como
ovejas tontas. Que no sean los gritos y las mentiras nuestro lenguaje. Lobos que se
comen a los niños porque nacieron en otro país, lobos que acaban destruyéndolo
todo.
Sé pastor y cuida. Y déjate cuidar también, no seas cabra esquiva. Y así un rebaño unido
podrá hacer una sociedad más justa que haga frente a los lobos, incluidos los que se
disfrazan de corderos.
Y no olvides que Jesús es tu pastor, nada te falta. Aunque camines por cañadas oscura
no temas nada porque Él siempre va contigo. O te lleva en sus hombros seguramente,
en lugar privilegiado con vista panorámica. Déjate llevar y descansa en sus hombros tus
angustias. Porque en sus hombros de Pastor esta la paz y el regreso a tu casa mientras
te canta “tengo yo una ovejita Lucera…”.
Reiteramos el único buen pastor es Jesucristo. Pero en la Iglesia, a través del
sacramento del orden, Jesucristo elige y consagra hombres para que actúen en nombre
de Él y para que siga siento pastor en la Iglesia a favor de los hombres mortales y

pecadores. Este es un domingo para orar por todas las vocaciones especialmente las
vocaciones sacerdotales: para que el Señor suscite en el corazón de muchos jóvenes el
deseo de consagrarse a él para que Jesús siga pastoreando su Iglesia por su medio.
En este domingo del buen pastor oremos por aquellos que ya recibieron el ministerio
sacerdotal, pero atraviesan crisis, dudas, debilidades, de modo que ya no ejercen el
ministerio de Jesús con la misma alegría y entrega. Oremos para que recuperen el
fervor y la convicción inicial. Y también debemos dar gracias por aquellos pastores que
nos han conducido a Dios y a Jesús, por aquellos pastores a través de quienes la
palabra de perdón de Dios nos ha limpiado y la promesa de vida eterna nos ha
iluminado.
Oremos por los sacerdotes enfermos, por los que han fallecido durante esta pandemia
que son muchos en el mundo. Pidamos también por los seminaristas que se forman
para ser sacerdotes y por sus formadores en el Seminario Mayor San José, para que
sean dóciles a la gracia de Dios. Actualmente hay en el seminario mayor 24 seminaristas
originarios de esta Arquidiócesis de Panamá que se preparan para el ministerio. Dos
apenas comienzan, uno está para terminar su proceso formativo que dura ocho años.
Oremos para que crezcan en espiritualidad, en identidad con Jesús, y en deseo de servir
como Jesús. Y que Jesús sea siempre nuestro buen pastor.
Los sacerdotes nos garantizan la Eucaristía, renuevan en cada celebración el sacrificio
redentor y el banquete pascual. Ponen también sobre la mesa el pan abundante de la
Palabra. En este momento el Señor nos dirige una pregunta especial a cada uno de
nosotros sacerdotes: ¿sabes porque y para que te elegí? Para que comprendamos cuál
es el papel del sacerdote termino haciéndoles una pregunta: ¿Quién ocupa el primer
puesto en el banquete de la Misa? Si respondes deprisa, dirás: «el sacerdote».
En este domingo recordemos: ¿Qué y quién es un sacerdote? Los sacerdotes somos los
camareros de Cristo: el como buen camarero que hace: te entrega la Palabra, te da de
comer, y, mientras tú rezas devotamente después de comulgar, él apenas puede
hacerlo, porque tiene que darte la comunión a ti.
El sacerdote, en misa, es el penúltimo. El último es Cristo, escondidito en la Hostia y
entregado como Víctima y como alimento.
Recordemos que Jesús nunca actuó como un jefe dedicado a dirigir, gobernar o
controlar. Lo suyo ha sido dar vida, curar, perdonar. En su vida No hizo otra cosa sino
entregarse, desvivirse, terminar crucificado dando la vida por las ovejas. El que no es
verdadero pastor, piensa en sí mismo, abandona las ovejas, evita los problemas y huye.

Como dijo San Agustín: El amor del que apacienta las ovejas del Señor debe ser tan
grande que sea capaz de vencer incluso el temor natural de la muerte.
La imagen del Buen Pastor arroja una luz decisiva por eso: quien tenga alguna
responsabilidad ha de parecerse a Jesús. Ese el sueño de Dios sobre esta vocación
sacerdotal, lo que no sea así es pura caricatura y de la mala.
Pidámosle al Señor que no deje de enviar a la Iglesia sacerdotes santos y sabios que
cuiden de su grey. Como dice el Papa Francisco: pastores con olor a oveja, que vayan a
veces delante para indicar el camino, otras veces simplemente en medio de todos con
su cercanía sencilla y misericordiosa, y en ocasiones caminen detrás para ayudar a los
rezagados.
Y pidámosle que las familias católicas sean semilleros vocacionales, que se sientan
bendecidas si Dios llama a alguno de sus hijos a la vocación sacerdotal.
Queridos seminaristas, ustedes no se están preparando para una profesión, para ser
funcionarios de una empresa o de un organismo burocrático». «Ustedes se preparan
para convertirse en pastores a imagen de Jesús Buen Pastor, para ser como Él y en
presencia de Él en medio de su pueblo, para apacentar a sus ovejas». Y esta
configuración no es obra nuestra», «es obra del Espíritu Santo, con nuestra
colaboración». Se trata de ofrecernos humildemente a nosotros mismos, como el barro
que hay que plasmar, para que el alfarero, que es Dios, la trabaje con agua y el fuego,
con la Palabra y el Espíritu».
Colecta para el Seminario Mayor San José
En este domingo del Buen Pastor de manera especial la Iglesia Católica realiza la
colecta pro Seminario Mayor San José, donde se forman nuestros futuros sacerdotes.
Esta es la institución más importante que tenemos, en la que todos debemos sumarnos
para sostenerla con la oración y también con recurso económico.
Testimonio sacerdotal
La Iglesia Arquidiocesana se ha unido a la campaña nacional de vacunación contra el
Covid-19. Y lo ha hecho con nuestro testimonio, especialmente como obispo de Panamá
y unido a sacerdotes jóvenes que se ofrecieron para inmunizarse con la dosis de
Astrazeneca. Esto ha sido un signo de amor para que más personas se sumen a
suministrarse la dosis que ayudará a frenar las muertes por este virus mortal.
Insistimos, que hay que acudir a vacunarse, hay que cuidar el cuerpo, que es templo de
Dios. Tenemos la obligación moral y ética de cuidarnos y cuidar a nuestros seres
queridos.

Sumemos nuestra voluntad, al compromiso de frenar la pandemia de las enfermeras,
médicos, voluntarios y funcionarios de la Autoridad Nacional para la Innovación
Gubernamental, encabezado por su director el Ingeniero Luis Oliva, quienes han
realizado un trabajo técnico encomiable.
Inicio peregrinaje Portugal 2023
A partir de hoy estará peregrinando una réplica de la Cruz Peregrina, que fue entregada
a los jóvenes por San Juan Pablo II en 1984 y que para la JMJ de Panamá 2019 peregrinó
en Norte, Centro América y el Caribe para luego presidir los eventos junto al Papa
Francisco. La misma peregrinará por todas las parroquias de nuestra Arquidiócesis de
Panamá desde hoy hasta la JMJ de Lisboa 2023 junto al Cuadro de nuestra patrona
Santa María la Antigua.
Y en esta situación particular de pandemia, queremos visitar sin demora las realidades
juveniles y animar a los jóvenes de nuestras parroquias a ir al encuentro de otros
jóvenes propiciando momentos de oración, misión y reflexión, en preparación a lo
Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023.