El Arzobispo de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa en su homilía de este miércoles 1 de noviembre, resaltó la importancia de la santidad, que es una vocación a la que estamos llamados todos los fieles creyentes.
Y asomado desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico, el Papa Francisco recuerda que la santidad es un don de Dios, «un regalo que no se puede comprar», lo hemos recibido en el Bautismo, y al dejarlo crecer en nosotros puede cambiar completamente nuestras vidas.
Como siempre el Papa propone algunas preguntas para reflexionar y ahondar en la propia fe:
“La santidad es un camino y un don. Entonces, podemos preguntarnos: ¿recuerdo que he recibido el don del Espíritu Santo, que me llama a la santidad y me ayuda a llegar a ella? ¿Agradezco al Espíritu Santo por el don de la santidad? ¿Siento a los santos cerca de mí, hablo con ellos, me dirijo a ellos? ¿Conozco la historia de algunos de ellos? Nos hace bien conocer la vida de los santos y motivarnos con sus ejemplos. Y nos hace muy bien dirigirnos a ellos en la oración”.