Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá, y la Ministra de Desarrollo Social, María Inés Castillo, firmaron hoy el Convenio de uso y administración de un terreno que hace posible la construcción en ese lugar de la “Casa de Día del Adulto Mayor”.
El terreno está en la propiedad del templo central de la parroquia Santa María del Camino, en Ciudad Radial, Juan Díaz, donde también opera el Comedor Solidario que esta semana cumple un año de estar entregando más de 1,500 (mil quinientos) almuerzos por día a familias afectadas por la pandemia.
Como testigo de honor de esta firma estuvo presente la H.D. Mayín Correa, proponente del proyecto de Ley No. 277, aprobado en tercer debate por la Asamblea Nacional el jueves pasado, que está pendiente de sanción del Ejecutivo.
El Arzobispo propuso el nombre de Doña Rosario Salinero de Gago para esta primera “Casa de Día”, como tributo al trabajo que a lo largo de su vida ella ha emprendido en favor de los más desfavorecidos en la sociedad panameña.
Con una cita del Papa Francisco, Monseñor Ulloa señaló que: “Los niños y los ancianos construyen el futuro de los pueblos. Los niños porque llevarán adelante la historia; los ancianos, porque transmiten la sabiduría de su vida. Este diálogo entre las generaciones es un tesoro que tenemos que preservar y alimentar”.
“Hoy celebramos el inicio y la concreción de un sueño (la Casa de Día del adulto mayor)”, agregó Monseñor, quien indicó que más que una casa, aspira a que sea un hogar “porque aquí nuestros abuelos y abuelas convivirán, se harán amigos, bailarán y cantarán, jugarán pero, sobre todo, serán felices”.
El arzobispo Ulloa añadió que cuando los adultos mayores entren a esta casa de día, experimentarán que están entrando y abriendo las puertas de una nueva familia y se sentirán como en casa, porque ahí serán amados y tomados en cuenta.
Más que un edificio La Honorable Diputada Mayín Correa, proponente de la ley que crea la Casa de Día del Adulto Mayor, explicó que “no es algo físico lo que se crea en una ley, es una institución, una idea y una obligación legal” del Estado para llevar adelante este tipo de proyectos, de manera que no pueda ser olvidado por cada gobierno de turno.
“Hay muchas familias que se ven obligados a dejar a sus abuelos y abuelas solos porque tienen que ir a trabajar (…) me di cuenta que era necesario un lugar, no un asilo, sino una casa adaptada al adulto mayor, donde nuestros adultos mayores encontrarán compañía, amor y ocupación”, señaló la diputada.
La HD Correa indicó que “Dios puso en el camino a un primer voluntario para hacer este proyecto realidad, a Monseñor Ulloa, quien ofreció el terreno que se usará para la primera experiencia de este tipo.
Envejecimiento una prioridad de Estado El concepto de la “Casa de Día” fue acogido y promovido por la ministra del MIDES, María Inés Castillo, y la Coordinadora Nacional del Adulto Mayor de este ministerio, Irasema de Ahumada, quienes incluso se reunieron con diputados para que respaldaran con su voto la iniciativa.
La Ministra Castillo señaló que la pandemia visibilizó la realidad de que “el envejecimiento de nuestros ciudadanos se desarrolla en un marco frágil y definitivamente lleno de carencias”.
Agregó que las estadísticas aseguran que por lo menos 550 mil panameños y panameñas estarán por encima de los 60 años en este año 2021, “lo que cual reafirma la OMS cuando considera que uno de cada cuatro personas tendrán más de 65 años”.
En este sentido, dijo la Ministra, “el Estado debe asumir el envejecimiento y sus posibles riesgos como un tema de gran prioridad dentro de sus políticas públicas”.
Orar por los abuelos Durante el acto oficial, el Arzobispo José Domingo Ulloa Mendieta elevó una plegaria por los adultos mayores en estos términos:
Señor Jesús, tú que naciste de María, hija de Joaquín y de Ana, mira con amor a los abuelos de todo el mundo.
Protégelos. Son una fuente de enriquecimiento para las familias, para la Iglesia, para la sociedad. Sostenlos. Que cuando envejezcan, sigan siendo para sus familias pilares fuertes de la fe, custodios de los nobles ideales hogareños, tesoros vivos de sólidas tradiciones comunitarias y religiosas.
Haz que sean maestros de sabiduría y valentía, y que transmitan a las generaciones futuras, los frutos de una madura experiencia humana y espiritual. Ayúdales a vivir serenamente, y a sentirse acogidos durante todos los años de su vida, Amén.