“Como peregrinos y en representación de nuestro querido pueblo panameño venimos cumplir un sueño de entronizar la imagen de la Patrona de nuestro querido país, Santa María La Antigua, porque Panamá y Nazaret tienen algo en común, una misión singular, unir, evangelizar y expandir el amor de Dios y de la Iglesia”, dijo Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, al referirse a este histórico acontecimiento.
Este lunes, el arzobispo de Panamá, monseñor Ulloa, presidió la Eucaristía en esta Basílica de la Natividad ubicada en Tierra Santa, acompañado de una pequeña delegación, que luego pasaron a la Capilla de la Anunciación donde rezó el Ángelus.
Monseñor Ulloa, da gracias a Dios, por la oportunidad histórica de estar en ese sitio donde se dio el ‘Si de María’ que aún sigue siendo un eco constante y para que en nuestra vida podamos realizar siempre la voluntad del Señor.
La fe llega al mundo desde Nazaret, y llega a América gracias a la fe y al valor de intrépidos navegantes, que hicieron posible la creación de la primera diócesis en tierra firme bajo su advocación, señaló monseñor Ulloa Mendieta.
Le acompañaron, Adís Ureíta, embajadora de Panamá en Israel, Miroslava Rosas, embajadora de Panamá ante la Santa Sede, panameño y otros peregrinos presentes en ese momento.
Después de once años de espera, Santa María la Antigua es entronizada en la Basílica de la Anunciación en Nazaret; hace dos años el mosaico llegó a Israel, pero por la pandemia se había retrasado la ceremonia.