El Domingo de Ramos fue conmemorado con solemnidad en la Catedral Basílica Santa María la Antigua, donde el arzobispo José Domingo Ulloa, en su homilía, destacó la reflexión sobre el papel de cada persona en la pasión de Jesús.
El arzobispo, en su mensaje, hizo un llamado especial a la solidaridad con los migrantes que enfrentan situaciones deplorables, recordando la importancia de velar por aquellos que se encuentran en condiciones vulnerables.
En un contexto de inminentes elecciones, Monseñor Ulloa hizo un llamado de conciencia para tomar la mejor decisión para el país. Y, además, enfatizó la importancia de vivir un ayuno de ruido y distracciones durante esta Semana Santa.
La celebración del Domingo de Ramos no solo marcó el inicio de una Semana Santa, sino que también dejó un mensaje de solidaridad, reflexión y compromiso con los más vulnerables de la sociedad, así como la búsqueda de la paz interior en medio de un mundo lleno de preocupaciones y distracciones.
