Al celebrar la XXVI Jornada Mundial por la Vida Consagrada, el arzobispo metropolitano, José Domingo Ulloa Mendieta, destacó que las mujeres religiosas, con su trabajo anónimo, callado y muchas veces no apreciado, sostienen a la Iglesia Católica en Panamá.
Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, dijo “es un Día para que recordemos a todas esas religiosas que con su entrega han ido marcando nuestra propia vida” y “como Iglesia podamos apreciar y valorar a las religiosas en la construcción del Reino”.
Nos unimos no solo a través da la oración, sobretodo a la intención del Papa para el mes de febrero, que las invita a seguir mostrando “la belleza del amor y la compasión de Dios como catequistas, teólogas, acompañantes espirituales y a través de las obras apostólicas que realizan”.
Tras reconocer que “como mujeres y como religiosas a veces son marginadas en la sociedad, incluso dentro de la Iglesia”, el Papa Francisco en su mensaje, las considera vitales para la vida de la Iglesia, exhortándolas a “seguir trabajando y hacer incidencia con los pobres, con los marginados, con todos los que están esclavizados por los traficantes”.