MENSAJE DEL ARZOBISPO EN EL INFORME DE GESTIÓN ECONÓMICA DE LA JMJ PANAMA, 2019

Raul VenceNoticias

Quiero iniciar, haciendo memoria agradecida por la vida de Fernando Lasso de la Vega, quien desde el cielo hoy nos acompaña. Fernando fue socio de KPMG quien inició el informe de auditoría de los estados financieros de la Fundación JMJ 2019.

Hacemos la presentación del informe de la gestión económica de los recursos administrados por la Arquidiócesis de Panamá, a través de la Fundación JMJ, gracias a la auditoría realizada por la reconocida firma de profesionales de KPMG, empresa que da garantía de una información precisa, transparente e independiente.

Han sido meses de trabajo y dedicación de un equipo de profesionales de KPMG, a quienes agradecemos todo este esfuerzo que han donado a la Iglesia Católica en Panamá. Su labor nos permitirá dar a conocer al pueblo panameño y dejar constancia de lo que significó la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, desde la perspectiva económica.

Habrá un registro que nos podremos jamás contabilizar: toda la entrega del voluntariado, de las familias de acogida, de profesionales que donaron su tiempo, sus recursos, sus talentos, pero sobre todo su corazón para hacer posible  la JMJ que  ha impactado la vida de miles de peregrinos, entre ellos, al Santo Padre Francisco.

Nuestra gratitud profunda por siempre al pueblo noble de Panamá, por abrazar la Jornada Mundial de la Juventud, un evento que nos permitió mostrar al mundo nuestra capacidad de organización, de acogida, de solidaridad, ante un acontecimiento internacional, que quedará marcado en la historia de la Iglesia Universal y de nuestro país.

Este proyecto tenía unos objetivos y se cumplieron al 100%, por eso retiramos las gracias a este noble pueblo panameño, que indistintamente de su fe asumió este evento como un evento de País.

El objetivo jamás fue económico, el objetivo principal fue el suscitar los valores humanos y cristianos de los jóvenes y resaltar la nobleza de este pueblo y la marca PAÍS.

Queridos jóvenes, antes, durante y después de la Jornada hemos manifestado en diferentes ocasiones, que ustedes son protagonistas de las grandes transformaciones que requiere la Iglesia y nuestro país.

Por tal razón, a pesar de algunas voces discordantes, si tuviéramos que volver a organizar la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, no dudaríamos en volver a meternos en este lío, que ha puesto a Panamá en la mirada del mundo.