Mensaje del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC) “Gracias a su constancia, salvarán su vida” (Lc 21,19)
1. Los Obispos de Centroamérica, reunidos en asamblea en la ciudad de Panamá del 21 al 25 de noviembre, dejándonos guiar por la voz del Espíritu Santo y en comunión con el Papa Francisco, que nos alienta a vivir la realidad sinodal de la Iglesia en este camino de enriquecimiento, escucha y ayuda mutua, queremos compartir la esperanza que Cristo Rey nos regala y que el Adviento nos invita a vivir a los cristianos que peregrinamos en Centroamérica.
2. Sentimos profundo dolor ante la dura realidad social, política y económica de la región, marcada en particular por la pobreza y la desigualdad, por la fragilidad de nuestras democracias y el estado de derecho, por el creciente fenómeno migratorio hacia el norte y otros países, debido a estas causas que, por otra parte, constituye un gran apoyo a tantas familias y economías locales por el envío de las remesas. Agradecemos y animamos por su solidaridad a las Iglesias receptoras que han acogido y siguen atendiendo como buenos samaritanos a los migrantes.
3. Nos preocupa la polarización ideológica, y muchas veces también religiosa, a la que queremos responder con la fuerza del Evangelio que ilumina y le da sentido a la vida.
4. La situación de Centroamérica es reflejo del complejo panorama internacional con sus consecuencias para nuestras economías y la paz social, pero sabemos que los tiempos difíciles son también oportunidades para fortalecer nuestra fe y vida cristiana, por lo que encontramos motivos para la esperanza que nos alienta.
5. Desde nuestra mirada de pastores cercanos, acompañamos y oramos por nuestros pueblos en sus realidades particulares, de modo especial por las Iglesias locales que viven su experiencia de fe en medio de presiones a veces extremas y dolorosas. Merece una mención concreta el testimonio valiente y de comunión de la Iglesia en Nicaragua, a la cual manifestamos nuestra solidaridad con la oración y cercanía.
6. Constatamos, en los diversos países, el entusiasmo e interés que la invitación a escucharnos y a caminar juntos está provocando, en particular en los jóvenes que son gran mayoría en nuestra población, muchos de los cuales han respondido a la vocación en los seminarios y casas religiosas y como laicos comprometidos.
7. Vemos en Centroamérica una Iglesia que camina, que crece, pobre, sufriente y modesta en sus medios ante la cantidad de problemas y desafíos que la acechan, pero animada desde la primera visita del Papa San Juan Pablo II hace casi 40 años; por la canonización y beatificación de los mártires en las Iglesias locales de Guatemala y El Salvador; la visita del Papa Francisco a Panamá con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud, y el camino suscitado por la Vª Conferencia General de los Obispos en Aparecida. Todo ello nos impulsa a la misión y al proceso sinodal, fortalecidos por la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe y otras iniciativas.
8. Queremos discernir los horizontes nuevos que esta etapa de nuestra historia nos está marcando: alentamos a las familias a seguir siendo el espacio en el cual los niños y jóvenes crecen y maduran, Iglesias domésticas en las que nace y crece la fe. Animamos a las comunidades a no desmayar en el entusiasmo que han manifestado en su respuesta a la participación en el camino sinodal.
9. El SEDAC, desde su fundación hace 80 años, está comprometido claramente en este camino sinodal. Exhortamos al laicado a avanzar en su formación para incidir en la vida social, cultural y política. Reconocemos y nos alegramos por el aporte positivo de las mujeres en la Iglesia y alentamos su trabajo misionero.
10. Bajo la mirada y la presencia de Santa María La Antigua. Sus hermanos Obispos. Ciudad de Panamá, 24 de noviembre de 2022.
Monseñor Roberto Camilleri, Presidente del SEDAC
Mons. José Antonio Canales, Secretario General del SEDAC