Este 8 de marzo queremos reiterar el compromiso de la Iglesia Católica en combatir la mentalidad reduccionista que se tiene de la mujer, y exhorta a los cristianos y cristianas para que sean promotores y defensores del pleno goce de la dignidad, y de los derechos ciudadanos de las mujeres, quienes en los últimos años han sido víctimas del asesinato, de la trata humana y de la discriminación.
Urge atender este desafío desde la misma Iglesia, por lo que en el contexto de la celebración del 8 de marzo, exhorto a que nos comprometamos de manera formal con las mujeres: no más maltrato en ninguna de sus formas; proteger su vida, visibilizar el esfuerzo callado de muchas de nuestras heroínas en nuestras parroquias y movimientos, quienes son verdaderos modelos de vida para la niñez y la juventud.
A nuestras abuelas dediquemos el tiempo necesario para escucharlas, porque en sus historias hay mucha sabiduría por los años vividos. Hagamos que cada mujer en nuestras vidas se sienta orgullosa de lo que es; expresemos lo importante que es como esposa, madre, hermana, hija, sobrina, amiga, compañera.
Si nos comprometemos en esos gestos, que son signos de reconocimiento permanente, tendremos el renacimiento de la cultura del respeto hacia la mujer.
Nuestra gratitud eterna a las mujeres que con su genio femenino sostienen la Iglesia, la familia y la sociedad. Nuestras oraciones para quienes han dejado un legado familiar y en el país, y están gozando en el Cielo de la Patria Celestial.
Apoyemos a las mujeres que son la esperanza de nuestro continente, de nuestro país, de nuestra Iglesia, de nuestra familia. Su fortaleza está cimentada en la fe, que le permite reinventarse, renovarse y levantarse con más ímpetu ante las dificultades.
Las mujeres cristianas en la Virgen María tienen su modelo de compromiso en el proyecto de Dios. Emulen sus virtudes y su valentía al decirle sí al proyecto de Dios.
Que Santa María la Antigua, la primera discípula de Jesús, anime a todas las mujeres a redescubrir su misión en el lugar donde el Señor ha querido que estén para engrandecer a nuestra Iglesia y nuestro país.
† JOSÉ DOMINGO ULLOA MENDIETA, O.S.A.
ARZOBISPO METROPOLITANO DE PANAMÁ