Misa de Clausura de la Asamblea de la CEP No. 219 y de envio de la Delegación Oficial a la JMJ LISBOA 2023

Radio HogarConferencia Episcopal Panameña, JMJ LISBOA 2023, Noticias

Mons. José Domingo Ulloa Mendieta osa
Parroquia Santísima Trinidad, jueves 7 de julio 2023

Queridos jóvenes:
Los obispos hemos querido celebrar esta Eucaristía con vuestra participación para dar gracias a Dios por el envío de nuestra juventud panameña a Jornada Mundial de la Juventud que se celebrara en Lisboa, del 1 al 6 de agosto de 2023, con el lema “María se levantó y partió sin demora” (Lc 1, 39).

Cómo bien sabemos: La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un encuentro de jóvenes de todo el mundo con el Papa. Es una peregrinación, una fiesta de la juventud, una expresión de la Iglesia universal y un momento fuerte de evangelización del mundo juvenil. Con una identidad claramente católica, está abierta a todos, estén más cerca o más lejos de la Iglesia.


Desde su primera edición, que tuvo lugar en la ciudad de Roma, en 1986, la Jornada Mundial de la Juventud ha demostrado ser un laboratorio de fe, una cuna de vocaciones y un instrumento de evangelización y transformación de la Iglesia, tratando siempre de llegar a las nuevas generaciones de los católicos, dando así a conocer la Palabra de Dios.


La JMJ tiene como objetivo brindar a todos los participantes una experiencia de Iglesia universal, propiciando un encuentro personal con Jesucristo. Es un nuevo impulso a la fe, la esperanza y la caridad de toda la comunidad del país de acogida.


Con los jóvenes como protagonistas, la Jornada Mundial de la Juventud será para la Iglesia “un momento de revitalización que pondrá a prueba el dinamismo de la Iglesia portuguesa”, afirmó el Cardenal Patriarca, D. Manuel Clemente.


Por eso este envío es un día grande donde después de un proceso de preparación nos disponemos a peregrinar a Lisboa. Donde todos dirigiremos nuestra mirada a una Madre: La María. En ella se muestra la mayor belleza que Dios ha podido realizar. Dios ha querido escoger a María para que el Hijo de Dios se hiciera presente entre nosotros. Gracias a su humildad y disponibilidad “se abrió en el cielo el santuario de Dios y en su santuario apareció el arca de su alianza: Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas” (Ap 11, 19) y el Hijo de Dios se encarnó en el seno de tal Madre por la fuerza del Espíritu Santo. La Virgen, con humildad, proclama la grandeza de Dios y se alegra en su espíritu porque el Salvador ha colmado de gracias y de dones al género humano.


Queridos jóvenes que se han preparado para la Jornada Mundial de la Juventud, en Lisboa y los que se unirán a través de las nuevas plataformas digitales los invito para que estén dispuestos a vivir desde este momento, con la humildad y disponibilidad de creyentes en Jesucristo, lo que la Jornada nos ofrece. María, nos enseñará a recibir y vivir estos momentos, de gracia especial, que señalarán vuestras vidas con el sello indeleble del amor de Dios.


Queridos amigos, queridos jóvenes
Ahora vamos a la Jornada de Lisboa conscientes de lo que ya hemos vivido y experimentado en la Jornada Mundial de la Juventud Panamá 2019, que marcó un antes y un después en el trabajo pastoral en nuestro país.


En esta celebración de la JMJ mostramos al mundo lo que somos como pueblo, en la diversidad y en la unidad. Mostramos una vez más que cuando asumimos un proyecto, o como diríamos en buen panameño, cuando nos “tomamos a pecho algo”, “sacamos la pelota del estadio”. Y esto podemos afirmarlo sin ningún temor, porque fue una Jornada incluyente para todos sin exclusión de nadie, donde cada uno -desde su realidad y su ser- aportó para proyectar nuestra naturaleza y esencia panameña: un pueblo alegre, fraterno y solidario, pero especialmente un pueblo noble como nos definió el Papa Francisco.


Esto nos ha dado un horizonte de esperanza. Evidenciamos que los pequeños, sostenidos en la fe en Jesucristo, pueden soñar y hacer realidad sus sueños, siempre y cuando lo hagan con espíritu de servicio y comunión; con organización y trabajo, y comunión, pero sobre todo orando para “dejar a Dios ser Dios”.
Fuimos durante los días de la Jornada la capital de la juventud mundial, que entorno al Santo Padre, vinieron a encontrarse con la razón de nuestra fe: Un Cristo vivo y actuante en nuestra historia de la humanidad.


Nunca dejaremos de decir a una sola voz: GRACIAS PAPA FRANCISCO, por confiar y darnos la oportunidad de hacer una Jornada para la juventud de las periferias existenciales y geográficas de Haití, Cuba, República Dominicana, de América Central pudieron estar presentes, así como los privados de libertad y enfermos quienes también fueron parte de este gran evento.


Gracias por una Jornada con rostros de jóvenes indígenas y afrodescendientes; Gracias por darnos el privilegio de ser la primera Jornada Mariana, una jornada de la región Centroamericana, una Jornada ecológica en clave de la Laudato Si´, una jornada ecuménica – interreligiosa, una Jornada con dimensión social, una Jornada de diálogo intergeneracional, una Jornada donde la niñez y los adultos mayores fueron protagonistas; es decir fue una jornada para todos.


Con esa experiencia queridos hermanos hemos de vivir el objetivo de la Jornada Mundial que es vivir nuestra vida como María desde la humildad y desde la disponibilidad que es la entrega de uno mismo al Señor, donde se requieren dos condiciones previas: La confianza en la palabra de Dios y ser personas de oración.


Durante estos días la ciudad de Lisboa va a ser una gran “Casa de oración y de promoción cristiana”. La palabra de Dios resonará en todos los momentos y por todas las esquinas de Lisboa. Todo está preparado para vivir la fiesta del amor de Dios en medio de nosotros. Pero no olviden que quien nos va a llevar de su mano será María, y nos hablará a nosotros, nos invitará a conocer más la palabra de Dios, a amar la palabra de Dios, a vivir con la palabra de Dios y a pensar con la palabra de Dios. Ella nos ayudará a tener mayor confianza en la palabra de Dios.


El Papa Francisco, como portavoz y vicario de Jesucristo, nos afianzará y confirmará en la fe. ¡Confiad en la Palabra de Dios! ¡No se fíen de otras palabras! “María vivía la palabra de Dios; estaba impregnada de la luz divina; por eso era tan espléndida, tan buena; por eso irradiaba amor y bondad… Quien piensa con Dios, piensa bien; y quien habla con Dios, habla bien, tiene criterios de juicio válidos para todas las cosas del mundo, se hace sabio, prudente y, al mismo tiempo, bueno; también se hace fuerte y valiente, con la fuerza de Dios, que resiste al mal y promueve el bien en el mundo” (Benedicto XVI, Castelgandolfo, 15 de agosto 2005).


Pero para conocer la palabra de Dios, al estilo de María, hemos de escuchar a Dios en la oración que es una amistad profunda con el mejor Amigo: Él me ama y yo le amo. La oración es una experiencia de amor y de canto de glorificación a Dios. “Proclama mi alma la grandeza del Señor” (Lc 1, 47).


Proclamar la grandeza del Señor significa darle espacio en el mundo, en nuestra vida, permitirle entrar en nuestro tiempo y en nuestro obrar: esta es la esencia más profunda de la verdadera oración. “Donde se proclama la grandeza de Dios, el hombre no queda empequeñecido: allí también el hombre queda engrandecido y el mundo resulta luminoso” (Benedicto XVI, Santuario Mariano de Altötting, 11 de septiembre 2006).


Si queremos proclamar la grandeza del Señor hemos de dejar todo al juicio de Dios y, como María, mirándole cara a cara decirle: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 38). No querer afirmar ante Dios nuestra voluntad y nuestros deseos, por muy importantes o razonables que nos parezcan, sino presentárselos a él y dejar que él decida lo que quiera hacer.


Las jornadas que pasaremos en Lisboa nos van a ayudar para reafirmar nuestra vocación o dar el paso para que Dios nos muestre el camino a seguir. Seamos generosos como María y encontraremos la felicidad plena. La vocación no es una conquista personal e individualista, es el celo amoroso de Dios que nos hace más pertenencia suya, más libres y auténticos. ¿Sientes ser sacerdote? Dile: “Sí, ¡aquí estoy!” ¿Sientes ser consagrado en la vida religiosa? Dile: “Sí, ¡aquí estoy!” ¿Sientes vivir en matrimonio cristiano? Dile: “Sí, ¡aquí estoy!” No tengas miedo puesto que, si eres generoso y con disponibilidad confiada ante Dios, madurarás y avanzarás en la vida.


Que la Virgen María nos ayude a decir: ¡Señor Jesús, confío en ti, ayúdame a seguir tu voluntad! ¡Aquí me tienes, para hacer lo que tú quieras!


Este es un encuentro de jóvenes de todo el mundo, donde se vivirá la verdadera alegría de ser católico. Por lo mismo, me gustaría reiterar que los peregrinos somos todos, no solamente los que iremos como delegación, ya que todos somos Iglesia y estoy seguro de que el Papa Francisco tiene algo que decirle a cada uno de nosotros.


Jóvenes verdaderos protagonistas
Queridos jóvenes, antes, durante y después de la Jornada y lo hemos manifestado en reiteradas ocasiones que ustedes son los protagonistas de las grandes transformaciones que requiere la Iglesia y nuestro país.

Una muestra de sus capacidades fue la Jornada Mundial de la Juventud en la que se mostró una generación de jóvenes con liderazgo, con profesionalismo y compromiso. Para nosotros ha sido una verdadera primavera juvenil, en medio de las diversas crisis sociales que vivimos.


Tengamos siempre presente el más grande don que nos deja toda Jornada Mundial es el permitir emerger los talentos y liderazgos juveniles. Seguimos confiando en ustedes, esperamos mucho de ustedes. No nos olvidemos, tenemos jóvenes rezagados por las inequidades y la injusticia social, por ello para incidir en cambios verdaderos y profundos, es necesario que sigan preparándose a conciencia, conociendo su historia personal, familiar, social y cultural, pero sobre todo su historia de fe.


Por primera vez en su historia Portugal, al igual que nosotros, será la sede de este encuentro juvenil que espera reunir a miles de jóvenes de todas partes del mundo con el Papa Francisco. Será una fiesta de peregrinación y expresión de la Iglesia universal, que es posible, teniendo como protagonistas a los jóvenes, promover la paz, la unión y la fraternidad entre los pueblos y las naciones de todo el mundo, a pesar de las diferencias, que son acogidas y abrazadas en la diversidad y en la unidad.


Que como María que se levantó y partió sin demora a atender a su prima Isabel quien la necesitaba (Lc 1, 39), podamos también nosotros salir presurosos al encuentro de quienes se encuentran excluidos y necesitados de la Palabra de Dios, para que podamos renovarles la esperanza y su dignidad de hijos de Dios.

ENVIO DE LAS DELEGACIONES DIOCESANAS PARA LA JMJ Lisboa 2023
También, las diócesis realizarán misas de envío de las delegaciones diocesanas para la JMJ Lisboa 2023.

Diócesis de Colón-Kuna Yala
Sábado 8 de julio, Parroquia Niño Jesús de Praga, 10 de la mañana.
Diócesis de Penonomé
Domingo 9 de julio, Catedral San Juan Bautista, 10 de la mañana
Diócesis de David
Sábado 15 de julio, Catedral San José, 10 de la mañana
Diócesis de Santiago
Sábado 15 de julio, Parroquia Santa María la Antigua, 6 de la tarde
Diócesis de Chitré
Domingo 16 de julio.

† JOSÉ DOMINGO ULLOA MENDIETA, O.S.A.
ARZOBISPO METROPOLITANO DE PANAMÁ

AUDIO: Homilía de Mons. José Domingo Ulloa – 6 de julio 2023